El vecino reunió botellas vacías en el jardín — resultó ser una idea realmente útil

Noté que mi vecino, un hombre poco hablador y apasionado de la pesca, comenzó a recolectar botellas plásticas vacías. Día tras día las lavaba cuidadosamente, las apilaba y las clasificaba por tamaño. Todas las botellas eran idénticas, lo que parecía extraño e incluso un poco misterioso.

Al principio, pensé que simplemente estaba recolectando basura para reciclarla. Pero un día, al pasar por su jardín, vi algo extraño: una construcción hecha con cientos de botellas, sólidamente unidas entre sí.

Resultó que estaba construyendo… ¡una balsa! Un medio de transporte flotante hecho completamente de botellas plásticas.

A primera vista, la idea me pareció una locura, ¿cómo podría una construcción así soportar el peso de un adulto? Pero mi vecino había pensado de manera inteligente al respecto.

Descubrió cómo reforzar las botellas: primero las ponía en el refrigerador, las cerraba rápidamente y las exponía al sol. Gracias a la diferencia de temperatura, el aire en su interior se expandía, lo que hacía que las botellas fueran más flexibles, lo que les permitía no hundirse bajo la presión del agua.

Luego pasó al ensamblaje de la estructura. Unía las botellas en bloques de cuatro, formando cuadrados densos. Los cuellos de las botellas estaban todos orientados en la misma dirección, lo que garantizaba la estabilidad de la base.

Con estos bloques, formaba filas que unía con cinta adhesiva impermeable. Luego, reunía estas filas en una sola plataforma. Prestaba especial atención a que los cuellos de las botellas en las filas adyacentes estuvieran alineados, lo que hacía que la estructura fuera más fuerte.

Para proteger los bordes, envolvía la estructura con cinta aislante. La primera versión de la balsa estaba lista: compacta, pero muy estable en el agua.

Luego mejoró su proyecto: aumentó la superficie, añadió una capa de contrachapado en la parte superior, y para un proyecto más serio, construyó un marco de madera ligero y lo reforzó con un material impermeable.

Hoy, esa balsa hecha a mano es el orgullo de mi vecino. Se aventura con confianza en el agua, y los transeúntes se detienen a observar cómo se va a pescar en su barco único.

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