Los padres de la niña no aprobaban su matrimonio con un buen chico al que consideraban pobre. Poco sabían que el padre, multimillonario, había ideado un astuto plan para enseñarles una lección que nunca olvidarían. A pesar de los millones ingresados en su cuenta bancaria, Sam permaneció concentrado en una cosa: asegurarse de que la vida de su pequeño hijo Will fuera feliz. Sam construyó todo su amor y recursos en torno a Will, dándole todo lo que necesitaba, y Sam podía permitirse muchas cosas. Cuando Will fue a la escuela secundaria, se hizo evidente que no todos lo veían como realmente era. Sus compañeros de clase estaban más interesados en su riqueza que en su amabilidad. Las chicas a su alrededor no se sentían atraídas por su personalidad o su belleza, sino por el dinero de su familia. «Papá, cuando vaya a la universidad, no quiero que nadie sepa sobre nuestro dinero», dijo Will. Sam se sorprendió. «¿Por qué, Will? «Porque», explicó Will, » si la gente piensa que soy pobre, no serán amigos míos a menos que realmente quieran. Si una chica está interesada en mí, sabré que se trata de mí, no de nuestro dinero. Sam admiraba la sabiduría de su hijo y aceptó el plan. Cuando Will fue a la universidad, solo se llevó ropa de segunda mano y vivió modestamente. Para todos, Will parecía un estudiante normal que apenas podía llegar a fin de mes. El plan funcionó a la perfección. Will hizo verdaderos amigos y se enamoró de una chica llamada Anna durante su tercer año.
Amaba a Will por quién era, no por la riqueza que pensaba que no existía. Cuando Will le pidió a Anna su mano en matrimonio, ella dijo que sí, y Will no podría estar más feliz. Pero todo cambió cuando Will conoció a los padres de Anna. Marta y Farlo eran ricos y estaban obsesionados con su estatus social. Querían que su hija se casara con un hombre rico, no con un estudiante pobre que no tenía nada. Incluso si eran amables con la Voluntad, su desprecio era obvio. Para apoyar su relación, Anna mostró con orgullo el sencillo anillo de compromiso que Will le había regalado e invitó a Will y Sam a una fiesta familiar. Marta y Farlo se sorprendieron, pero estuvieron de acuerdo, pensando en secreto en cómo podrían hacer que la visita fuera lo más desagradable posible. Cuando Sam y Will llegaron al autobús, Farlo miró a Sam, que vestía ropa de segunda mano , y se estremeció. Durante la visita, Marta y Farlo continuamente hicieron comentarios discretos sobre la supuesta pobreza de Sam y enfatizaron su propia riqueza y superioridad. Incluso le dieron a Will un Porsche nuevo como regalo de bodas para demostrar que pensaban que su hija merecía más lujo del que Will podía ofrecer. No sabían que Sam tenía un plan.
Unos días después, en una fiesta, Sam le entregó un sobre a Anna. Farlo, siempre orgulloso de su Porsche, se reía de Sam, pensando que había algo insignificante en el sobre. «¿Qué es? ¿La lista de personas sin hogar? «Farlo se burló. Pero cuando Anna abrió el sobre, sus ojos se abrieron de sorpresa. Dentro estaba la escritura de una casa adosada en Tribeca, Nueva York, un extravagante regalo de bodas de Sam a su hijo y futura nuera. «Sam, ¿es verdad? «, susurró Anna, incrédula. Will abrazó a su padre mientras Anna se volvía hacia sus atónitos padres. «Sam acaba de ofrecernos una casa, una hermosa casa en Nueva York . «Marta y Farlo se quedaron sin palabras .
Habían criticado a Sam por su apariencia lamentable y estilo de vida modesto, sin saber que era multimillonario. Farlo balbuceó: «Pero… eres pobre… viniste en autobús…»Sam sonrió dulcemente. «Quería asegurarme de que Will sea amado por lo que es, y no por los 570 millones de dólares que heredará. «A partir de ese momento, ya no hubo oposición al matrimonio. Por el contrario, Marta y Farlo se convirtieron en los mayores partidarios de Will y comenzaron a tratar a Sam con un nuevo respeto. Simplemente no sabían dónde esconderse debido a su vergüenza. Will y Anna se casaron el verano siguiente y se mudaron a su hermosa casa nueva. Comparte esta historia con tus amigos. Tal vez les alegrará el día y los inspirará.