Nancy perdió a su madre cuando tenía 10 años. Siendo muy joven, esta pérdida hizo que su mundo se desplomara. Sintió que la vida la había abandonado.
Sin embargo, durante esos periodos de duelo y tristeza, sabía que no estaba sola. Su padrastro estaba a su lado; el hombre que había llegado a su vida unos años antes y se había convertido en su roca y su mayor apoyo.
Stephen era un hombre extraordinario, y aunque aún era una niña, Nancy era consciente de su sacrificio. Estaba agradecida de que formara parte de su vida y la criara como si fuera su propia hija.
Cuando cumplió 18 años, Stephen le dio un regalo y un sobre. Le explicó que contenía una carta de su difunta madre, quien le había pedido que se la entregara en su 18º cumpleaños.
Con impaciencia, abrió el sobre y encontró una carta en su interior. Mientras se disponía a leerla, sus manos comenzaron a temblar. No importaba lo que leyera, eran las palabras de su madre, y eso en sí mismo ya era algo especial.
Cuando leyó las primeras líneas, encontró disculpas. Perpleja, continuó leyendo y fue entonces cuando descubrió la verdad sobre Stephen.
Él no era su padrastro, sino su padre biológico.
La madre de Nancy explicaba en esa carta que, después de enterarse de que esperaba un hijo, Stephen se asustó y la dejó. No había tenido noticias de él durante los siete años de vida de su hija y pensaba que nunca lo volvería a ver. Pero, de repente, él la llamó. Estaba lleno de remordimientos y le suplicó que le permitiera formar parte de la vida de Nancy.
Nancy ya sabía que su padre había abandonado a su madre embarazada, y eso la enfurecía. Para que ella no guardara rencor hacia Stephen, su madre había decidido presentarlo como su nuevo compañero. Empezaron a vivir juntos y Nancy siempre había creído que él era el esposo de su madre. Él la quería como si fuera su propia hija, pero Nancy nunca sospechó nada hasta ese momento.
Mientras terminaba de leer la carta, Nancy temblaba, mientras Stephen la miraba con los ojos llenos de lágrimas. Temía la reacción de Nancy. ¿Aceptarían la verdad o se encolerizaría contra él?
Nancy se levant de su silla, miró a Stephen a los ojos. Luego tomó una gran maleta, la colocó frente a él y dijo: “Pon algunas de tus cosas adentro, nos vamos juntos a un largo viaje.” Stephen se sintió aliviado y ambos se abrazaron.
Aunque había sentido que su padre biológico la había abandonado, descubrir que él era Stephen, el hombre que la había apoyado y amado incondicionalmente, le permitió dejar atrás el resentimiento que había sentido antes.
Por favor, COMPARTA este artículo con su familia y amigos en Facebook.
