En el mundo del entretenimiento, generalmente se cree que el talento no tiene límite de edad.
Este sentimiento se ilustra perfectamente a través de una reciente y conmovedora producción teatral que dejó a los espectadores sin palabras.
Imaginen a un niño o una niña, como máximo de cuatro años, lleno de pura alegría y amor por la música, cuando entra al escenario.
Lo que sucede a continuación es simplemente asombroso.